La Voz de La Estación, mediante el desarrollo del proyecto Mujeres poderosas: personalidades femeninas únicas de Estación Central, financiado por el Ministerio de Secretaría General de Gobierno y el Consejo Regional con el Fondo de Medios 2022, La Voz de La Estación ha querido realizar una serie de artículos y entrevistas enfocadas en mujeres que han destacado o representado a la comuna de manera significativa.
En este contexto, uno de los primeros nombres que se vienen a la mente es el de Luisa de las Mercedes Toledo Sepúlveda, una reconocida vecina de Estación Central, luchadora social por los derechos humanos y madre de los hermanos Vergara Toledo.
Nació en Santiago en el año 1939, trabajó como secretaria en la empresa Cobre Cerrillos, es ahí donde conoció a Manuel Vergara, su esposo y padre de sus cuatro hijos: Pablo, Eduardo, Rafael y Ana. La familia se fue a vivir a la Villa «José Cardan», por el año 1962.
Toledo en ese tiempo se había vuelto militante allendista, y tras el golpe militar de 1973, la pareja se sumó a los pobladores de la Villa Francia que estaban organizándose para resistir a la dictadura.
Desde 1974 trabajó en el Comité para la Promoción de la Cooperación para la Paz, el antecesor de la Vicaría de la Solidaridad, el cual fue creado por las iglesias chilenas en ese año para asistir a las víctimas de la dictadura, ella transcribía denuncias de violaciones a los derechos humanos y también fue secretaria del abogado José Zalaquett.
En los tiempos de dictadura tuvo una tremenda labor social, ayudando con el levantamiento de ollas comunes y comedores populares, sumado a su activa participación en las protestas, la activa pobladora abordó la defensa de los derechos, sobre todo la vivienda.
La pérdida de sus hijos
Un hecho que marcó su vida, ocurrió el día 29 de marzo de 1985, cuando sus hijos Eduardo (19 años) y Rafael (18 años), militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), junto a Paulina Aguirre, fueron asesinados por agentes de Carabineros muy cerca de su hogar, tragedia que se conmemora como el Día del Joven Combatiente.
Desde aquel terrible hecho, Luisa Toledo alzó su voz y empezó a luchar para exigir verdad y justicia, sin embargo, en 1988 encontraron mutilado a otro de sus hijos, Pablo Vergara Toledo, en lo que fue un montaje de la época.
A pesar de los golpes de la vida, y los efectos que tuvieron en su salud mental, se convirtió en un símbolo de revolución, una mujer que pasó sus días batallando y clamando por justicia, una referente de la comuna de Estación Central y a nivel nacional, recordada siempre con su megáfono y sus potentes mensajes.
En una de sus últimas intervenciones, el 29 de marzo 2021, volvió a recordar la perdida de sus hijos: “Lo mataron por la espalda al Eduardo, le reventaron los pulmones; él cayó primero. Después el Rafa, que venía corriendo más adelante y se devolvió para ayudar a su hermano. Le llegó una ráfaga en los glúteos, lo dejaron, que no se podía mover. Después de eso, le quebraron unos dedos de la mano, le quebraron la quijada. O sea, se ensañaron con el Rafael. Después lo subieron a un vehículo y le dispararon en la nuca”.
Finalmente, el 6 de julio falleció producto de un prolongado cáncer de estómago. Debido a su perdida, la municipalidad de Estación Central decretó tres días de duelo comunal, desde el 6 hasta el 8 de julio y diversas figuras públicas le dedicaron palabras por diferentes canales, junto con aquello, cientos de personas fueron a despedirla en su Villa Francia y asistieron a su cortejo fúnebre, para luego ser sepultada en el Cementerio General.
«ESTE CONTENIDO ES FINANCIADO POR EL MINISTERIO SECRETARÍA GENERAL DE GOBIERNO Y EL CONSEJO REGIONAL A TRAVÉS DEL FONDO DE MEDIOS 2022».